Somos Remedios y Rosario, dos madres curtidas por una sociedad floreciente que hemos culminado nuestra carrera profesional y familiar con éxito, gracias a la ayuda de nuestras madres. Ayuda incondicional, que siempre hemos recibido y cuando ellas no han podido directamente, nos han mostrado la manera de realizarlo y como pedir la ayuda necesaria en cada una de esas circunstancias.
Nuestra historia comienza con mucho trabajo y apoyo por parte de nuestras madres. Pero no termina aquí, porque la madre es madre mientras haya vida en ella.
Nos conocimos en una zapatería de Elche, y aunque no sabemos bien por qué, pero nos sentimos como dos almas gemelas. Como buenas conversadoras, al conocernos comenzamos a hablar de nuestra vida profesional y de nuestras experiencias como madres, hijas y abuelas. Al no disponer de mucho tiempo para poder continuar con nuestro tan abundante tema de conversación concretamos una cita para el día siguiente y tras esa cita muchas otras les sucedieron los días posteriores.
Hasta que un día nos dimos cuenta de que los temas de conversación eran de madres pero de madres con suerte. Y nos preguntamos ¿Qué hubiese pasado si no hubiéramos tenido esa ayuda? ¿Y si hacemos algo para que todas las madres del mundo puedan tener la ayuda que necesiten cuando la necesiten? Nos pusimos a estudiar cómo podríamos organizar un sistema de ayuda de madres, por las madres, para madres y aquí estamos, organizando un sistema de ayuda incondicional.
Nuestra finalidad es proteger, apoyar, resolver y dotar de los medios necesarios a las madres. Para corregir aquellas adversidades que puedan afectar de forma significativa al cumplimiento, individual o colectivo, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adaptada y proclamada por la resolución de la Asamblea General 217 (III) del 10 de Diciembre de 1948. Con el fin del alcanzar la paz, la dignidad y la igualdad en un planeta sano, con un futuro claro.